Zona de buceo próxima al faro del mismo nombre, que cuenta con varias localizaciones para realizar inmersiones. Debido a unos montículos rocosos que casi llegan a superficie (los que advierte el faro) ha sido un lugar de numerosos accidentes y naufragios. Son muchos los restos de barcos que se dispersan por sus fondos, siendo los más conocidos los del Southern Cross. Este transatlántico, de más de 100 m de eslora, se hundió a principios del siglo XX, cuando venía a hacer  escala en la Ría antes de partir hacia Buenos Aires. Con la mala suerte de que aquel día, de fuerte temporal, el faro estaba apagado porque el farero no pudo acceder a él para encenderlo. Para conocer mejor la historia al completo os recomendamos el capítulo 5 de la serie de documentales de la TVG "Buscadores de naufraxios".

Otro interesante hallazgo que puede visitarse en la zona es la mayor concentración de cañones de Galicia. Hasta 18 yacen más o menos agrupados en la zona, con más de dos metros y medio de largo cada uno. Se trata de los cañones de una antigua fragata francesa (del siglo XVIII) que naufragó en la zona del faro de A Borneira cuando trataba de refugiarse en la Ría escapando de la flota inglesa.

Más allá de estos restos, ya integrados en el paisaje, hay también zonas de bajos rocosos muy atractivas para el buceo. Abunda la vida pequeña en forma de nudibranquios y pequeñas ascidias, así como la de mayor tamaño, representada sobre todo por pulpos y maragotas. A finales de la primavera, las laminarias y otras algas pardas se extienden como alfombras cubriendo los fondos junto a las grandes gorgonias que decoran las rocas.  En otras épocas del año, solo quedan en pie, abaneados por la corriente, los estipes (tallos) de las laminarias y los espirógrafos que crecen entre ellos, pudiendo apreciar mejor los restos que se extienden por toda la zona y el colorido de toda la vida que se asienta sobre sus rocas.