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ANIMALES VERTEBRADOS - PECES ÓSEOS
PECES ÓSEOS
PECES ÓSEOS
MARAGOTAS: Bienvenidas a mi roca
Salmonete, compañeros de mesa
PORREDANAS, arquitectos
Pictos, esos locos bajitos
Peces planos, alfombras voladoras
Boca roja, poniendo morritos
SALMONETES: Buscadores de tesoros
Sargos, un buen día
Los peces óseos son los que vemos con más frecuencia en playas o durante el buceo. Se diferencian de otros tipos de peces por su raspa de espinas, tienen un esqueleto óseo que está formado por calcificaciones. También, aunque existen algunas excepciones, poseen un órgano de flotabilidad especial que les permite mantener su posición en el agua sin esfuerzo, la vejiga natatoria. Este órgano es como un globo lleno de gas que se adapta automáticamente a la presión ejercida por el agua según la profundidad y permite que el pez sea ingrávido en el mar.
Otra característica que distingue a este tipo de peces es que sus branquias están protegidas por una "tapa" llamada opérculo , que también pueden mover de forma voluntaria para facilitar el paso del agua.
Aquí destacaremos sólo algunos de los peces óseos que se ven más habitualmente. Para facilitarlo los repartiremos en tres grandes grupos:
- los PECES NADADORES : lábridos - serránidos - espáridos - morónidos - mugílidos - gádidos - múlidos
Hacen referencia a los peces "típicos" que se mueven libremente en el agua, de manera que su cuerpo adopta formas muy hidrodinámicas. Pueden vivir formando bancos o de forma más solitaria y entre ellos encontramos clásicos como el sargo, la maragota, el mújel o las fanecas.
- los PECES DE FONDO : blenios - gobios - momas - chafarrocas - primitas - peces planos
Otros peces se han adaptado a vivir en el fondo, por lo que no tienen vejiga natatoria. Los encontraremos camuflándose posados sobre la arena o entre las rocas. Casi siempre son solitarios y muchas especies viven en las zonas de poca profundidad, por lo pueden verse en las rocas de la playa al bajar la marea.
- los PECES ESPECIALES : congrio - peixeporco - sanmartiño - singnátidos (caballito de mar y peces pipa) - pez escorpión
Hemos recogido en un grupo a parte algunas especies que, por sus características morfológicas, se escapan de la imagen tradicional que tenemos de los peces. Son ejemplares llamativos pero también muy conocidos.
PECES NADADORES
LÁBRIDOS
Los lábridos constituyen una gran familia con muchas especies diferentes. Son muy numerosos en la ría, ya que son típicos de zonas con abundancia de algas. Se observan siempre en las inmersiones aunque, salvo las maragotas y los pintos, en general son de pequeño tamaño. Tienen el cuerpo alargado y comprimido lateralmente, una aleta dorsal larga y continua y unas potentes aletas pectorales, que usan para impulsarse en la natación y que les ayudan a maniobrar con gran agilidad entre las rocas, su medio natural.
Su nombre les viene por lo desarrollados que tienen sus labios, sobre todo el superior. Tienen la boca en posición terminal y, aunque no tanto como los peces planos, pueden "proyectarla" ligeramente para comer (protráctil). En ella se sitúan sus afilados dientes caninos. La mayoría son carnívoros y muy voraces, aunque algunos son herbívoros y también los hay que se alimentan de los parásitos de otros peces.
Suelen ser solitarios o vivir en pequeños grupos y ponen sus huevos en nidos, que habitualmente cuidan los machos.
Labrus bergylta
Coris julis
Labrus mixtus
Los pintos y maragotas son los lábridos de mayor tamaño que encontramos al bucear, entre 30 - 40cm (especialmente los pintos, que pueden llagar a medir más de medio metro), y son muy abundantes en toda la ría.
Labios carnosos y aleta dorsal continua que se extiende casi hasta la cola. En la parte posterior, esta aleta forma un apéndice más alargado y blando.
El cuerpo es muy macizo y está comprimido lateralmente. Mientras que los pintos presentan la piel anaranjada con topos claros, las maragotas tienen patrones más uniformes o con manchas en tonos marrones, amarillentos y verdosos.
Las julias presentan colores bastante llamativos, son de tamaño medio, unos 20 - 25 cm y tienen el cuerpo más alargado que otros lábridos de la ría.
Presentan dimorfismo sexual, es decir, hembra y macho son distintos, poseen diferencias en su forma y en sus patrones de color , lo que los hace fáciles de distinguir.
Además, al igual que muchos peces, son hermafroditas secuenciales, pueden cambiar de sexo a lo largo de su vida. Concretamente, algunas julias que nacen como hembras se transformarán en macho (protógino), lo que supone también su transformación externa. Por lo general, las hembras viven en harenes con un macho y, cuando éste muere o está debilitado, la hembra dominante se transforma en macho para ocupar su lugar. Esta desproporción numérica hace que sea más complicado encontrar machos.
Las hembras tienen menor tamaño y una silueta más estilizada. Presentan franjas longitudinales de colores rojizos o parduscos en la parte dorsal, intercaladas con otras de colores claros, generalmente una franja blanca bordeada en la parte inferior por otra amarilla más fina. La parte ventral adquiere tonos más claros.
El gallano es otro ejemplo de claro dimorfismo sexual, en este caso, tan acusado que parecen especies diferentes. Ambos son peces bellísimos, inconfundibles por sus brillantes colores, pero no tan abundantes como otros lábridos.
Las hembras son algo más estilizadas y presentan en su cuerpo una coloración rosada con una franja de manchas blancas y negras intercaladas justo debajo de la parte posterior de la aleta dorsal.
Además los patrones de manchas que presentan estos peces son únicos y nos permiten identificarlos individualmente.
De hecho en un interesante estudio del CSIC - Vigo, gracias a esta característica y a un seguimiento por marcación, han constatado que son "uno de los casos más radicales de fidelidad espacial que se conocen". Los machos se adueñan de pequeños territorios de varias rocas para atraer a las hembras y vuelven al mismo lugar con precisión cada año.
Son muy longevos, pueden llegar a los 22 años de edad. Frecuentan zonas rocosas, en las que se refugian cuando se sienten en peligro. Parece que la maragota es más aficionada a esconderse entre grandes algas como los ramallos de mar, mientras los pintos acostumbran a cobijarse en grandes oquedades rocosas.
Si nos aproximamos a ellos despacio también tendrán curiosidad por nosotros, especialmente las maragotas.
Estos peces nacen siempre como hembras y, con el paso de los años, durante la maduración sexual, algunas se transforman en machos, de manera que son hermafroditas secuenciales, (primero un sexo y luego otro) y protóginos (primero hembras y luego machos). Esta estrategia favorece la perpetuación de la especie, pero les hace muy vulnerables ante factores externos como la pesca.
Cuando cambian de sexo, y como energéticamente cuesta menos producir espermatozoides que ovocitos, los machos pueden dedicar más energia al crecimiento y alcanzan tallas mayores.
Podemos encontrarlos en cualquier lugar de la ría, pero, por su abundancia y su gran tamaño, cabe destacar los puntos de buceo de las Islas Cíes para admirarlos.
PINTO - MARAGOTA
Los machos primarios (aquellos que ya nacieron como machos) presentan un patrón de colores más rojizo.
Tanto hembras como machos presentan un mancha azul intenso sobre la aleta pectoral (los machos pueden presentar dos).
Las julias macho tienen dibujos y colores diferentes en el Mediterráneo, donde los machos carecen de las franjas paralelas oscuras en la zona próxima a la cola. En su lugar lucen una llamativa franja naranja en zig-zag y una mancha oscura tras la aleta pectoral.
Podemos encontrarlos en muchas zonas de la ría, especialmente zonas rocosas con abundancia de laminaria, aunque se dejan ver más por las Islas Cíes, Cabo de mar y en el pecio Ivy.
Los machos son más robustos y grandes y sus patrones de color son especialmente vistosos, sobre todo en su madurez. La parte anterior de su aleta dorsal se alarga notablemente y suele presentar una mancha negra y roja, solo visible cuando la despliega.
Los machos secundarios (hembras transformadas en machos) lucen colores anaranjados, amarillos y verdosos en la parte delantera de su cuerpo, que se van oscureciendo hacia la cola, donde el verde azulado es más oscuro y se intercala con franjas transversales negras.
Como curiosidad mencionar que además de los muchos nombres comunes que recibe (gayan, gallito de rey, carabellón, chiribito, xean...) se le han asignado hasta 15 nombres científicos diferentes, aunque el nombre aceptado oficialmente es labrus mixtus .
Para observarlos habrá que buscar en fondos rocosos donde abunden grietas y oquedades. Resulta mucho más frecuente ver hembras que machos, de hecho, de todos los puntos en los que solemos bucear, los únicos en los que hemos podido ver machos de gallano se sitúan en la cara interna de las Islas Cíes.
Las hembras, además de las Islas Cíes, pueden encontrarse en Frapelo, Os Zenoiros o Cabo de mar.
Tanto machos como hembras presentan el hocico muy apuntado y suelen alcanzar entre 20 - 30 cm, aunque pueden llegar a los 40.
La aleta dorsal, al igual que sucedía en pintos y maragotas, termina en un lóbulo alargado que les ayuda en la natación.
También son hermafroditas proterogínicos, como las maragotas y las julias. En el caso de los gallanos hay un porcentaje de machos que ya nacen como tal (machos primarios). Eso sí, durante las fases juveniles presentarán las coloraciones de las hembras. Se organizan en harenes, como las julias, donde el macho dominante será reemplazado por la hembra dominante que se transforme en macho.
Los machos presentan una de las coloraciones más llamativas de todos los peces que encontramos en la ría, con una librea de franjas y motas de azules y rosas muy intensos. Durante la época de reproducción, muestran una zona blanquecina en la parte dorsal de la cabeza.
ENTRE PINTO Y MARAGOTA
De momento se considera que pintos y maragotas son la misma especie con patrones de colores diferentes, pero podríamos estar asistiendo a una divergencia evolutiva, es decir, que estén evolucionando en especies diferentes. Las diferencias entre pintos y maragotas van más allá de sus colores y dibujos externos. Los pintos alcanzan tamaños mayores (una media de 10 cm más), mientras que las maragotas se transforman antes en machos (en torno a los 7 años, cuando los pintos lo hacen a los 11 años) y producen más huevos.
Ya se ha observado en otros peces como la diferencia en los patrones de coloración puede dar lugar a esta divergencia en especies distintas, se produce un aislamiento al no aparearse entre los ejemplares con patrones diferentes, lo que parece cumplirse para pintos y maragotas. Quizás estemos siendo testigos de esta separación, de algún curioso camino de la evolución que, sin barreras geográficas, está separando a ambos peces.
Existen diferentes tipos de porredanas, aunque la que se observa con mayor frecuencia es ésta y resulta relativamente fácil de diferenciar por la colocación de las manchas oscuras en su cuerpo (criterio que permite distinguir las diferrentes especies de porredana de la Ría). Se caracteriza por una mancha oscura en forma de media luna justo detrás de los ojos y por tener otra redondeada en el pedúnculo de la cola (zona donde se estrecha la cola).
Symphodus melops
Symphodus bailloni
Symphodus cinereus
Por su parte, la porredana de Baillon, menos habitual, presenta también un patrón de manchas marrones y ocres con líneas longitudinales más oscuras, a veces bien marcadas.
Tienen dos motas negras en la parte posterior de la aleta dorsal, la anterior más grande, y una pequeña en el pedúnculo de la cola.
Es la porredana menos abundante y tiene menor tamaño que las otras, unos 10 cm.
Suele lucir un color bastante uniforme en tonos gris ceniza y una mancha redondeada en la parte inferior del pedúnculo de la cola. Los machos también presentan otra mancha al principio de la aleta dorsal.
Pero esta coloración varia mucho según diferentes factores. Cuando son juveniles es frecuente que presenten una intensa coloración verde.
Durante la época de reproducción hembra y macho cambian sus libreas y muestran patrones muy diferentes al habitual. Los machos presentan tonos marrones verdosos y ocres formando jaspeados parecidos a los de otros tipos de porredanas.
No es extraño encontrarlos próximos a la zona de rocas y algas en los que han depositado los huevos. Es el macho el que se afana en protegerlos, aunque la hembra también frecuenta la zona.
Los hemos visto, durante la época reproductora, en la parte interna de Cabo Home, en el punto de buceo situado a los pies del faro de Punta Subrido. También presentes en las Islas Cíes o Areamilla.
Las hembras, en cambio, presentan una coloración amarillo apagado con dos franjas longitudinales oscuras que atraviesan su cuerpo desde la cabeza a la cola. En este momento muestran una papila cónica genital de color azul intenso, que asoma por la cloaca.
Tamaño medio entre 15 - 18 cm.
Al igual que muchos lábridos, en primavera, los machos defienden tenazmente sus nidos. Éstos son cúmulos redondeados, de unos 30 o 40 cm de diámetro, que construyen con algas y restos de conchas.
No siempre es fácil distinguirlas de la porredana común. La mejor manera es fijarse en que no tienen la mancha oscura en forma de media luna tras el ojo. Cuando están en época reproductora, además, la porredana de Baillón muestra puntos rojos en la zona de la papada, mientras la común presenta líneas rojas y verdes.
Frecuentan fondos rocosos y un buen punto para encontrarlos es A furna. También en Cabo de mar, Areamilla o Tofiño.
Además, el labio superior está muy desarrollado y el pedúnculo es más ancho que en otras especies.
Los jóvenes y machos en freza pueden mostrar líneas verdosas y rojizas alrededor de los ojos, y unos característicos puntos rojos bajo ellas, sobre todo en las mejillas.
Miden entre 15 - 20 cm y suele mantenerse distante, excepto cuando está en época de reproducción, momento en el que los machos (ataviados de brillantes colores) son muy territoriales y agresivos protegiendo las puestas, y no dudarán en tratar de envestir a los buceadores que se acerquen demasiado.
Durante la freza, las hembras muestran un apéndice cónico genital azul oscuro que asoma por la cloaca en la parte ventral.
Son comunes en toda la ría, frecuentan bajos rocosos con abundancia de algas, especialmente algunos puntos costeros o de poca profundidad como A Furna y las Islas Cíes, pero también son habituales a profundidades mayores.
La porredana melops tiene un patrón de colores ocres, marrones y pardos, más oscuros en la parte dorsal, y, generalmente, se distinguen tres franjas longitudinales marrón oscuro.
Los jóvenes y los ejemplares en freza tienen bonitas líneas de colores vivos intercalados, que incluyen naranjas, amarillos y verdes, resultando muy vistosos durante la primavera y principios de verano.
Algo más pequeño que sus familiares, en torno a los 10 - 15 cm, el farro presenta una coloración grisácea - anaranjada, con bandas y manchas de un azul brillante, que se hacen más visibles en época de reproducción. A veces, se puede distinguir también algún tono de amarillo tanto en la parte ventral como en las aletas pectorales.
Boca pequeña y dos franjas transversales oscuras en la cola, separadas por otra más clara.
FOTO DE JAVI "CALVO"
El tabernero es otro pequeño clásico de la ría, mide unos 12 cm y es fácilmente reconocible.
Presente en todos los puntos de buceo a diferentes profundidades. A menudo pululando entre las grietas de las rocas junto a otros peces e invertebrados.
Presenta una coloración rosada, que puede variar entre verdosa y rojiza, bastante uniforme, y que es más intensa en el dorso y más clara en la zona ventral.
Centrolabrus exoletus
Ctenolabrus rupestris
Podemos verlo en cualquier punto de buceo, por destacar alguno, son bastante abundantes en Cabo de mar, Frapelo, las Islas Cíes y Os Zenoiros.
De juvenil, como la mayoría de los lábridos, presenta un tono verde intenso que le permite pasar más desapercibido al camuflarse entre las algas y la zostera.
Aunque lo que más le caracteriza es su típica mancha negra redondeada en la parte superior del pedúnculo caudal.
También presenta una pequeña banda rojiza que va del ojo a la boca y varias líneas longitudinales más marcadas que salen de la aleta pectoral.
Suele ser solitario y es fácil encontrarlo entre las grietas junto a nécoras y bocas roja.
Es muy curioso y , si permanecemos quietos, no dudará en acercarse, y mucho, a nosotros. Es frecuente incluso que se cuele en el primer plano de las fotos, a modo de intruso, enseñando sus afilados dientes.
Puede verse prácticamente en cualquier punto de buceo y también haciendo snorkel. Os Zenoiros, Bondaña y A Furna (que disponen de bastante laminaria) son buenos sitios si queremos observarlos.
Suele nadar en grupos reducidos, en zonas rocosas, especialmente en zonas con abundante presencia de laminarias. Es muy asustadizo y al menor acercamiento escapa o se esconde entre las grietas.
Es un ejemplo del cambio en la intensidad del color que con mucha frecuencia manifiestan los machos de muchas especies durante la época de reproducción, ya que incrementa los puntos y manchas azules por todo su cuerpo.
Quizás lo más peculiar de este pez es su papel como limpiador en las estaciones de limpieza, ya que se alimenta de los parásitos de peces de mayor tamaño. Los grandes peces como la acuden a ellos y se colocan en posición vertical para indicar su disposición a ser desparasitados por los farros, que acuden rápidamente a darse un festín.
SERRÁNIDOS
Son una familia diversa a la que pertenecen especies muy conocidas en el Mediterráneo como el mero o los tres colas. Aquí nos vamos a encontrar básicamente con la cabrilla.
Presentan manchas marrones o rojizas y tienen un cuerpo robusto y alargado. Suelen tener los labios prominentes con la boca hendida hacia abajo y los ojos con una pupila en forma de pera.
Por lo general son solitarios y se mueven gracias a la potencia de su aleta caudal, que combinan con ondulaciones de su cuerpo.
Serranus cabrilla
Lo veremos a menudo en las inmersiones, solitario y territorial, pero curioso, no dudará en escrutarnos si nos acercamos a "su rincón".
Presenta un dibujo muy característico y vistoso en el que se cruzan líneas de diferentes tonalidades de marrón o rojo con tonos claros, haciendo un patrón parecido a los cuadros escoceses. Tanto en la aleta dorsal como en la cola aparecen pequeños puntos de un blanco brillante o, incluso, azules.
Los ejemplares juveniles lucen otro patrón en el que dos líneas longitudinales granates flanquean otra más clara.
Mide en torno a unos 20 o 30 cm y son hermafroditas simultáneos (hembras y machos al mismo tiempo), lo que en ocasiones desencadena peleas previas al apareamiento para decidir quien ejerce de macho (ya que producir óvulos es más costoso).
Podemos admirarlo en muchos puntos de buceo, destacamos la Islas Cíes, Frapelo o Zenoiros
ESPÁRIDOS
Son gregarios, por lo que viven en grupos, pudiendo llegar a formar grandes bancos en los que aparecen mezcladas diferentes especies.
Los encontraremos en las proximidades de fondos rocosos o en las playas y quizás sean unos de los peces más emblemáticos de la ría, tanto que ya casi nos pasan injustamente desapercibidos pese a sus bonitos reflejos plateados y , en algunas especies, también dorados.
Son fáciles de ver, incluso en las orillas de la playa (eso sí, suelen ser crías de pequeño tamaño), aunque aproximarse no siempre es sencillo.
Son peces de tamaño medio, unos 20 - 30 cm, nadan impulsándose con la aleta caudal, que pueden llegar a mover con gran rapidez, y tienen unas aletas pectorales grandes, transparentes y apuntadas. Sus grandes ojos contrastan con la boca pequeña, el cuerpo es ovalado, en forma de disco y muy comprimido lateralmente. Color plateado con manchas negras que se distribuyen de diferente manera según la especie (criterio que se emplea para distinguirlos) y la línea lateral bien marcada.
Diplodus sargus
Diplodus vulgaris
Spondyliosoma cantharus
El más abundante de los espáridos en la ría, pueden alcanzar los 45 cm. aunque habitualmente los veremos de menor tamaño. El sargo común presenta varias bandas transversales negras (entre 5 y 9) que son más visibles en los adultos y más difusas en jóvenes.
Las aletas pélvicas son oscuras y el borde puede ser de color blanco o azul claro.
Aunque viven en grupos, son huidizos y suelen refugiarse entre las rocas si se sienten amenazados.
Los ejemplares más pequeños acostumbran a vivir a menor profundidad y es habitual encontrarlos en la orilla de la playa. Incluso no es raro que se acerquen a "picotearnos" las piernas.
Presentes en cualquier punto de buceo o playa, los grandes bancos son muy habituales en las Islas Cíes.
Los sargos que habitan en el mediterráneo presentan una evolución diferente en el patrón de dibujo. Son los jóvenes los que lucen las franjas oscuras bien marcadas y, a medida que crecen, se van aclarando hasta quedar difuminadas en los adultos.
A diferencia de los anteriores suelen ser algo más pequeños y presentan don franjas negras claramente visibles, una tras la cabeza y otra antes de la aleta caudal.
En ocasiones presentan finas líneas amarillas esparcidas por el cuerpo o reflejos azules en la cabeza.
Suelen aparecer en pequeños grupos para alimentarse, aunque pueden congregarse en mayores cantidades y también acostumbran a formar bancos con sargos comunes
Son algo más confiados que otros espáridos, especialmente los juveniles.
Están presentes en toda la ría, incluidas las playas, pero frecuentan especialmente puntos de las Islas Cíes, Os Zenoiros, Frapelo o Cabo de mar.
Ausencia de franjas oscuras
Pequeñas y finas líneas discontinuas
que se extienden longitudinalmente
Borde posterior de la cola con un
fino ribete oscuro
La chopa puede alcanzar tamaños mayores que los sargos, pudiendo superar el medio metro de longitud. Durante los primeros años son hembras y posteriormente se transforman en machos (hermafrodita protógino).
Su cuerpo es de color plateado con pequeñas líneas longitudinales interrumpidas, que pueden ser de color amarillento o azul. En época de reproducción los machos oscurecen su cuerpo a un tono antracita y se distinguen varias franjas transversales más claras.
Son ellos los que hacen los elaborados nidos. Con su cola van limpiando y excavando una zona redondeada del fondo, que puede llegar a un metro de diámetro, para que esté limpia para la puesta de la hembra. Una vez depositados los huevos, los vigilará hasta que eclosionen unos días después.
No se dejan ver mucho, pero podemos encontrarlos en las Islas Cíes y Os Zenoiros.
Al igual que sucede con los sargos, los ejemplares machos presentan una librea diferente en el Mediterráneo. Su cuerpo es de color azul intenso con varias franjas transversales oscuras y una mancha negra detrás de los ojos.
Estrías longitudinales oscuras
(al menos 5 más marcadas)
Mancha circular en la base de la cola
que no llega al borde inferior
Borde posterior de la cola oscuro
Franja oscura en la "nuca"
Franja oscura en la base de la cola que
suele ir hasta las aletas dorsal y anal
Borde posterior de la cola transparente
La boga no presenta tanta similitud como las especies anteriores y, aun siendo también un espárido, tiene rasgos bastante diferentes y se parece más a una sardina o un jurel que a un sargo.
Es de menor tamaño, en torno a los 15-20 cm de largo y tiene el cuerpo más alargado. Ojos grandes, en relación al tamaño de su cuerpo, y línea lateral oscura.
Su cuerpo es de color plateado, en ocasiones puede presentar también finas líneas longitudinales amarillas.
Tiene una característica mancha oscura en la axila de la aleta pectoral.
Boops boops
Pagrus pagrus
Sparus aurata
También entre los espáridos encontramos al pargo. Otra especie de un tamaño considerable, ya que puede superar el medio metro de largo. Aunque tiene el cuerpo ovalado, como sus parientes los sargos, es más alargado y grueso, dando la apariencia de ser un pez muy robusto.
Su cuerpo es de color plateado, aunque puede oscurecerse y tirar hacia colores pardos. Suele presentar zonas rosadas, especialmente en la parte dorsal, y brillos azulados.
En ocasiones, las aletas adquieren tonos muy intensos de azules y rojos.
Línea lateral muy marcada.
Presenta varias manchas oscuras distintivas, una entre los ojos y otras dos que van de cada ojo hacia la boca.
Son solitarios y suelen frecuentar zonas rocosas y zonas arenosas. En estas últimas aparecen especialmente cuando hay salmonetes removiendo la arena en busca de presas, ya que les permite obtener comida sin demasiado esfuerzo.
Para encontrarlos lo mejor es bucear en las Islas Cíes. Viños o Príncipe son buenos lugares para admirarlos.
Su nombre científico hace alusión a sus grandes ojos , ya que boops en griego significa "ojo de buey".
Vive en bancos relativamente numerosos en zonas de roca, especialmente si abundan las algas, y, aunque suele alimentarse por la noche, es posible verlos durante el día. Algunos buenos lugares para ello son las Islas Cíes, Cabo de mar o Frapelo
Otro pez muy conocido de este grupo es la dorada. También alcanza un tamaño considerable, y, al igual que el pargo, puede superar el medio metro de largo.
Cuerpo plateado, más alargado que el de los sargos y chopas, pero más asimétrico que el del pargo: la mitad delantera es más alta que la mitad trasera.
Aunque sus rasgos más característicos, que nos ayudarán a identificarla, son la franja frontal dorada que tiene entre los ojos (a menudo perfilada en negro) y un manchón negro irregular detrás de los ojos.
El borde final de la cola es negro y puede presentar tonos azulados. La boca es grande y potente, bien definida, y en su interior tiene dientes caninos y molares.
Es un pez más bien solitario, aunque, en ocasiones pueden encontrarse varios ejemplares juntos. Cada vez es más difícil encontrarla, apenas en algunos puntos de las Islas Cíes puede hacer acto de presencia, normalmente en zonas de rompiente y en puntos de encuentro entre los fondos de arena y las rocas. No es extraño que aparezcan cerca de bancos de sargos y mojarras, aunque escaparán con mayor rapidez que estos cuando intentemos acercarnos.
¡Ojo! Los juveniles presentan franjas verticales oscuras en el cuerpo que pueden llegar a confundirlos con los sargos. Habrá que fijarse bien en la forma del cuerpo y en que las franjas de las doradas juveniles son más anchas y desvaídas.
SARGO
MOJARRA
ESCÓMBRIDOS
Son peces alargados y comprimidos lateralmente, con un cuerpo muy potente y esbelto. Dos aletas dorsales y pequeñas aletas accesorias en la zona caudal, llamadas pínnulas. Aleta caudal muy bifurcada.
Son buenos nadadores, ya que viven en aguas abiertas, y depredadores veloces. Pertenecen a este grupo peces tan emblemáticos como el atún o el bonito.
Scomber scombrus
No es frecuente encontrárselas durante los buceos, ya que acostumbran a vivir en aguas más abiertas, nadando en la columna de agua, pero, especialmente en verano, pueden verse bancos alimentándose en zonas costeras de poca profundidad.
Cuerpo alargado y esbelto que presenta un patrón típico de líneas sinuosas oscuras en el dorso, que muesra tonos verdosos o azulados. Zona ventral blanca. Se alimentan de plancton y pequeños peces, como las sardinas.
Mide en torno a unos 30 o 40 cm y vive formando grupos, a veces muy numerosos.
Podemos ocasionalmente en algunos puntos de la Islas Cíes, como el islote de Viños. Aunque estos encuentros suelen ser bastante fugaces, ya que surcan las aguas a gran velocidad mientras buscan alimento.
CARÁNGIDOS
Son peces alargados y comprimidos lateralmente, con un cuerpo muy potente, típico de peces velocistas. Dos aletas dorsales y pedúnculo caudal alargado.
Suelen mostrar coloraciones plateadas y acostumbran a vivir en aguas abiertas.
Trachurus mediterraneus
Aunque acostumbran a vivir en bancos en mar abierto, es posible encontrárselo más cerca de la costa, casi siempre en solitario o por parejas, incluso los hemos encontrado cazando mano a mano con ejemplares juveniles de lubina.
Cuerpo alargado y potente, plateado con las aletas amarillentas (especialmente la caudal) Presentan una línea lateral de escamas grandes que recorre el cuerpo a lo largo y que se sitúa más alta en la parte anterior que en la posterior. Mancha oscura en el opérculo.
Mide en torno a unos 30 o 40 cm.
Se diferencia del jurel "común" a simple vista porque éste presenta las aletas poco coloreadas o incoloras, mientras en el mediterráneo son amarillentas.
Lo hemos visto alimentándose en algunos puntos de la Islas Cíes, como el islote de Viños, especialmente durante el verano.
Seriola rivoliana
Un pez espectacular que podemos encontrar ocasionalmente cuando se acerca a la costa a alimentarse. Suele ser solitario y su velocidad hace que no siempre sea posible observarlo de cerca.
Se caracteriza por la franja diagonal oscura que va de la boca a la parte dorsal, pasando por el ojo; y se diferencia de otras especies de seriola por la gran longitud y curvatura del inicio de la aleta dorsal. Los adultos alcanzan tallas de 80 o 90 cm.
Al igual que otros carángidos, parece que la subida de las temperaturas en el mar a causa del cambio climático está favoreciendo la presencia de estos peces de aguas más cálidas en zonas situadas al norte de su distribución habitual:
Peces que llegan, peces que se van - Ecología Azul
Uno de los mejores lugares para encontrarlo son las Islas Cíes (las imágenes son del Islote Viños), especialmente durante el verano.
ATERÍNIDOS
Son peces marinos y de río, generalmente de pequeño tamaño y cuerpo alargado. Dos aletas dorsales separadas que comienzan en una parte bastante retrasada del cuerpo.
Suelen mostrar una banda lateral plateada y se alimentan de zooplancton.
Atherina presbyter
Habituales en las inmersiones nocturnas, tanto solitarios como en pequeños grupos. Suelen nadar próximos a la arena y, aunque se sienten atraídos por las luces de los focos, son bastante huidizos.
De cuerpo fino y alargado con la carne translúcida. Destacan sus grandes ojos en proporción al tamaño de su cuerpo y una banda a lo largo del cuerpo, más oscura que el resto, con una línea brillante en la parte superior.
Mide en torno a unos 10 o 13 cm y vive formando grupos en zonas resguardadas. Puede adentrarse en las zonas de puerto y en aguas salobres de los estuarios.
Cualquier lugar costero con zonas arenosas es bueno para encontrarlos durante la noche.
DULCE O SALADO
Algunos peces son capaces de regular los cambios en la salinidad que les impone su entorno y pueden alternar y pasar diferentes etapas de su vida en agua dulce y agua salada. En Galicia son muy conocidos algunos casos de este comportamiento, como los que representan la anguila , el salmón o la saboga.
Otro pez con este poder de adaptación es la trucha marisca, una especie rara de encontrar en el mar, pero del que se relataron varios avistamientos próximos a las Islas Cíes durante la última semana de agosto de 2021 (como el que recogemos en este vídeo, filmado en el muelle de Carracido). Algunos de los ejemplares de las truchas comunes que habitan en los ríos migran de forma solitaria al mar en busca alimento, "convirtiéndose" en truchas mariscas, y regresan a los ríos para reproducirse. Un viaje que pueden realizar varias veces a lo largo de su vida.
Trucha marisca (Salmo trutta trutta)
Cuerpo esbelto y alargado, de coloración plateada con el dorso algo verdoso y salpicado de gruesos puntos negros (excepto en la cola). Puede alcanzar el metro de longitud
MORÓNIDOS
Son peces alargados y comprimidos lateralmente, con un cuerpo muy potente que puede alcanzar gran tamaño. Carnívoros y muy voraces. Pueden adentrarse también en aguas salobres, como en los estuarios.
Muestran un brillante color plateado y la línea lateral marcada en blanco, se diferencian de otros peces plateados por la forma más alargada de su cuerpo y por la presencia de dos aletas dorsales.
Pueden aparecer en aguas poco profundas, por lo que no es raro encontrarlos haciendo snorkel en la playa, especialmente a los ejemplares juveniles.
Dicentrarchus labrax
Dicentrarchus punctatus
De cuerpo alargado y bastante esbelto, suele presentar una mancha oscura algo difusa en la parte superior del opérculo.
Puede llega a alcanzar tallas enormes, de casi un metro de longitud, aunque los ejemplares jóvenes que veremos con más frecuencia rondarán entre los 30- 50 cm.
Son grandes depredadores, labrax significa voraz, y en lugares como Paises Bajos o Francia se lo conoce como "lobo" de mar. Mientras los juveniles acostumbran a vivir en bancos de otros peces con tallas similares a la suya, los adultos son más solitarios y se integran en bancos solo ocasionalmente.
Es habitual verlas nadar próximas a la superficie junto a bancos de sargos. Un buen lugar para encontrarlas son las Islas Cíes.
Tiene el cuerpo algo mas rechoncho que la lubina y alcanza menor tamaño, entre 40 y 50 cm, y se distingue fácilmente de ésta porque la mancha oscura del opérculo está muy marcada y porque presenta múltiples motas oscuras en la parte dorsal.
Los juveniles de lubina pueden presentar también motas oscuras en el dorso, pero están menos marcadas y más esparcidas.
Es una especie costera que vive a poca profundidad y prefiere los fondos arenosos en los que poder encontrar a los pequeños peces, cangrejos y gusanos de los que se alimenta.
El mejor lugar para verla es la playa, eso sí, nos encontraremos con ejemplares juveniles de menor tamaño, aproximadamente 15 o 20 cm.
MUGÍLIDOS
Los mújeles, mujoles o lisas viven formando amplios grupos o bancos en multitud de hábitats diferentes, podemos encontrarlos en las playas, muelles, rompientes... casi siempre a poca profundidad. Fáciles de ver y reconocer por su brillante y escamoso cuerpo plateado con una amplia boca.
Su dieta es muy variada, comen algas y detritos, llegando a tolerar cierto grado de contaminación, de ahí que en ocasiones los veamos comiendo en embarcaderos de aguas sucias. Esto le hace jugar un papel muy importante como limpiador de las aguas (al igual que todos los detritívoros).
Su cuerpo es alargado y musculoso, con grandes escamas bien marcadas y sin línea lateral visible. La parte dorsal presenta un tono plateado que se va aclarando para volverse blanquecino en la zona ventral. La cabeza suele ser ancha y achatada, con una pequeña boca de labios gruesos (especialmente el superior) y los ojos bastante separados entre sí.
En la Ría existen cinco especies diferentes, muy difíciles de distinguir a simple vista.
Chelon labrosus
El mujol común o corcón tiene el cuerpo cilíndrico y robusto, con grandes escamas plateadas bien marcadas y puede sobrepasar los 20 cm. de largo. De los diferentes tipos de mujoles, éste es el más abundante y se distingue de los otros por su grueso labio superior (que posee unos pequeños tubérculos en la parte inferior), por tener la cabeza con un perfil aplanado y porque el borde superior de su aleta pectoral tiene una coloración oscura.
Su cuerpo es de un tono gris intenso en la parte dorsal y se vuelve blanquecino en la ventral. Longitudinalmente se distinguen líneas oscuras bastante marcadas que lo recorren lateralmente.
Las dos aletas dorsales son pequeñas y están muy separadas entre sí, al igual que la aleta anal y las pélvicas.
Suele vivir en grupos, bien en zonas superficiales o en fondos arenosos. Los encontraremos con facilidad haciendo snorkel en la playa y suele ser un residente bastante habitual del islote Viños en las Islas Cíes, donde comparte espacio con sargos, chopas, lubinas y patelos.
GÁDIDOS
Los gádidos son abundantes en la Ría, se trata de peces de la familia a la que pertenece el bacalao, aunque éste habita más al norte y en las inmersiones veremos sobre todo fanecas y abadejos.
Son fácilmente reconocibles porque tienen 3 aletas dorsales y 2 anales. Además su cuerpo se ensancha ligeramente en la parte anterior dándole una forma de rombo estirado.
La faneca presenta barbillones en la parte inferior de la boca (como el bacalao), el abadejo no tiene estos barbillones y su silueta es bastante más alargada que la de la faneca. Su coloración también es diferente, pero ambos presentan una marcada línea lateral que se curva hacia arriba antes de llegar a la cabeza.
Pollachius pollachius
Trisopterus luscus
Gaidropsarus vulgaris
Son uno de los peces clásicos de nuestra ría, muy abundantes y gregarios, por lo que casi siempre los encontramos en grupos más o menos grandes.
Las fanecas presentan dos patrones típicos de coloración: un color cobrizo uniforme o un dibujo de franjas transversales claras y oscuras.
No es raro que alcancen los 30 cm. Su cuerpo, muy comprimido lateralmente, está recorrido por una fina y blanca línea lateral.
Tienen un barbillón blanco que actúa como órgano sensorial para detectar presas, aletas pélvicas muy finas y alargadas (parecen barbillones) y una distintiva mancha oscura donde nace la aleta pectoral.
Los juveniles nadan en pequeños grupos en aguas muy superficiales.
El abadejo suele nadar solo o formando pequeños grupos. Tiene el cuerpo esbelto y, aunque puede alcanzar los 60 cm de largo, lo encontraremos de 30-40 cm.
A diferencia de otros gádidos no tiene barbillones bajo la boca, pero su labio inferior es prominente y sobresale respecto del superior.
Mientras que la parte dorsal es de color entre cobrizo oscuro y pardo, a veces con tonalidades verdosas, la zona bajo la línea lateral es más blanquecina.
Los adultos acostumbran a estar en zonas con algo de profundidad, mientras que a los ejemplares juveniles es habitual verlos en puntos poco profundos donde abundan las laminarias.
Las barbadas son peces emparentados con los gádidos, de hecho, anteriormente se agrupaban en esta familia. En la actualidad pertenecen a la familia de los lótidos, que, a diferencia de los anteriores, presentan entre 1 y 3 aletas dorsales y una única aleta anal. Además son peces de fondo.
Concretamente, las barbadas poseen dos aletas dorsales. La primera es muy corta y apenas visible, pero la segunda se extiende desde la mitad del cuerpo hasta la cola.
Tienen el cuerpo serpentiforme, de entre 30 -40 cm., aunque a poca profundidad es más habitual encontrar ejemplares de tallas menores. De color marrón claro o crema con pequeñas manchas redondeadas más oscuras en el dorso.
(La variante Gaidropsarus mediterraneus presenta todo el cuerpo oscuro)
Su rasgo más característico es la presencia de tres barbillones en la cabeza, uno en el mentón y dos en las narinas.
Es complicado encontrarlas, ya que son de hábitos nocturnos y acostumbran a esconderse en la parte más profunda de las grietas. Las Islas Cíes, A Furna o Castros de barra son algunos de los lugares en los que se pueden encontrar. A diferencia de otras zonas en las que también habitan, donde aparecen a partir de los 20 metros de profundidad, en la ría podremos verlas a profundidades menores.
A los ejemplares adultos es frecuente encontrarlos en fondos rocosos a partir de 10 metros de profundidad, especialmente en los pecios, ya que en éstos disponen de oscuras oquedades en las que cobijarse. Son de hábitos nocturnos, por ello acostumbran a pasar el día en cavidades oscuras, aunque si se les ilumina con la linterna se mantienen tranquilas.
Especialmente abundantes, además de en los pecios, en Frapelo o Zenoiros. Bastante confiadas, es posible acercarse a ellas, incluso que se acerquen.
A diferencia de los adultos, los juveniles presentan colores muy vistosos, con un moteado de manchas verdes irregulares sobre un fondo anaranjado.
Los abadejos suelen moverse en los fondos rocosos y en pecios. Podemos verlos en puntos de buceo con cierta profundidad como Os Zenoiros, Frapelo o los pecios Ivy y Achondo, pero son asustadizos y tienden a huir rápidamente si nos acercamos. Para ver ejemplares juveniles será mejor buscar en A Furna o Punta Pereiras.
NO CONFUNDIR
Faneca con la faneca brava, o pez araña (Echiichthys vipera), este último es el que nos pincha las plantas de los pies en la orilla de la playa cuando lo pisamos accidentalmente y es el causante de uno de los calzados más molones que se han inventado, las fanequeras. El pez araña pertenece a otra familia, la de los peces escorpión.
Faneca brava
Fanequeras
MÚLIDOS
Los múlidos, también conocidos como salmonetes o chivos, se reconocen fácilmente por los largos barbillones blancos a modo de perilla. Con ellos remueven la arena para detectar las presas enterradas y después excavan con la cabeza para capturarlas.
Tienen dos aletas dorsales y en su cuerpo se pueden apreciar claramente las grandes escamas. El perfil superior de la cabeza se inclina de forma abrupta hacia abajo, con los ojos situados muy arriba.
Suelen encontrarse nadando sobre el fondo, casi siempre en pequeños grupos y es posible verlos haciendo snorkel en las playas.
Mullus surmuletus
De cuerpo bastante robusto, el salmonete de roca alcanza los 20 - 30 cm. Su coloración puede variar bastante pero, por lo general, tiene el cuerpo de color claro con una banda longitudinal rojiza. Cuando frecuenta las zonas de roca puede adquirir una coloración más oscura y jaspeada.
Los ejemplares juveniles presentan un patrón de manchas grisáceas bajo la franja roja.
Se diferencia de otros tipos de salmonetes por tener el hocico menos inclinado y porque su primera aleta dorsal tiene franjas de color oscuro y claro alternando.
Casi siempre los encontraremos removiendo el fondo con sus barbillones, lo que suele atraer a otros peces oportunistas, que se acercan esperando llevarse las presas encontradas por el salmonete.
Habrá que buscarlos en fondos arenosos cerca de las playas. También están presentes en algunos puntos de buceo como A furna, Islas Cíes o Cabo de mar.
PECES DE FONDO
BARRIGUDA
Parablennius pilicornis
BARRIGUDA
Parablennius pilicornis
BLENIOS
La anatomía de los peces, como en cualquier animal, se adapta y transforma en función de sus hábitos y un claro ejemplo son los peces que viven en el fondo marino. Los blenios, por ejemplo, al ser peces bentónicos (que viven en el fondo) no poseen vejiga natatoria.
Presentan una gran cabeza con tentáculos, más o menos desarrollados, unas pequeñas ramificaciones en las narinas y la boca, que se sitúa en una posición baja respecto de la cabeza. Aparecen posados en las rocas sobre sus aletas pélvicas y se introducen rápidamente en los agujeros si se les molesta, desplazándose con movimientos ondulatorios de su cola y con sus aletas pectorales. Pero son especies muy curiosas, que enseguida se asoman de nuevo intrigadas por nuestra presencia.
Por lo general son muy territoriales, especialmente los machos durante el cuidado de los huevos. Son ellos los que buscan y preparan zonas adecuadas en las grietas de las rocas para que las hembras hagan la puesta.
Parablennius pilicornis
HEMBRA - MACHO NO REPRODUCTOR
EJEMPLAR JUVENIL
MACHO REPRODUCTOR
No es extraño que los peces hagan variar sus colores o dibujos. En el caso de la barriguda casi parecen especies diferentes, ya que este pez cambia notablemente su librea (dibujo) en función de la edad, el estado de ánimo o la época del año.
La librea típica, común en hembras y machos no reproductores alterna manchas amarmoladas marrón oscuro y ocre, y presenta un tono notablemente más claro en la zona ventral.
En la época de reproducción (primavera - verano) los machos adoptan una librea oscura, a veces casi completamente negra, tanto que es difícil distinguir las manchas reticuladas de las mejillas.
Otro de los cambios que se observa en estos machos es que la primera rama de los tentáculos oculares se hace más larga.
galería
Durante esos meses, si observamos una barriguda macho esconderse, probablemente al enfocar con la linterna en el interior de la grieta encontraremos una gran puesta de huevos violáceos o marrones. Cuando les queda poco para eclosionar, pueden apreciarse incluso los ojos de las futuras barrigudas.
En esta época, el macho elige cuidadosamente un lugar en grietas u oquedades de las rocas, cómodo pero protegido de amenazas, y espera a que las hembras vayan a depositar los huevos. Una vez realizadas las puestas se quedará para custodiar y cuidar los huevos.
La aleta dorsal muestra una mancha redonda en la parte delantera, y, en ocasiones, un ribete de color azul intenso en el borde. Este ribete azul o blanco es habitual que bordeé también la aleta anal.
A veces el cuerpo no se vuelve tan oscuro, pueden apreciarse las manchas negras sobre el cuerpo gris azulado y la aleta dorsal adquiere tonos más amarillentos.
Los ejemplares adultos pueden presentar una librea completamente amarilla. Parece ser poco frecuente y aun no nos la hemos encontrado.
Las barrigudas están presentes en todos los puntos, especialmente a poca profundidad. Destacamos las Islas Cíes o Tofiño por su elevada concentración en estas zonas.
También son típicos sus pequeños tentáculos sobre los ojos, aunque mucho más finos y , a menudo, de menor tamaño que en la cabruza (rasgo que más nos ayudará a diferenciarlos).
Las barrigudas se encuentran habitualmente en las grietas entre rocas, son huidizas y solitarias, y de pequeño tamaño, entre 10 y 15 cm.
La disposición de las manchas a lo largo del cuerpo , en ocasiones va creando formas similares a una H de color blanco.
El rasgo común que permite diferenciarlo es un dibujo a modo de retícula o panal en las mejillas que puede ser más o menos visible, pero está siempre presente, independientemente de la coloración.
En muchos ejemplares jóvenes, y también en algunos adultos, aparece otra librea diferente, la de banda oscura.
La retícula de las mejillas y la tonalidad del cuerpo se vuelven más claras y aparece una franja oscura longitudinal que nace en los ojos a modo de antifaz y llega hasta la cola. Otra banda oscura recorre la base de la aleta dorsal.
Los encontraremos, sobre todo hacia el final del verano. Son bastante más desconfiados que de adultos, por lo que no es sencillo acercarse a ellos.
Esta librea de los ejemplares juveniles pueden cambiar rápidamente, y transformarse en la librea típica no reproductora. En ocasiones, podemos encontrar ejemplares con dibujos a "medio camino" entre uno y otro estampado.
Aunque parezca una librea muy diferente a las adultas, el reticulado de la cabeza ya está presente, igual que los dibujos en formas de H de color blanco de los laterales del cuerpo, que ya pueden intuirse, o las motas claras y brillantes que adornan los radios de la aleta dorsal.
Al igual que los juveniles de otros blenios (y como sucede también con muchos otros peces) suelen preferir aguas poco profundas en zonas rocosas tranquilas y protegidas de las corrientes. Allí se mueven rápidamente, investigando la zona y comiendo, para resguardarse en las grietas de nuevo si se sienten amenazados.
¿CABRUZA O BARRIGUDA? CLAVES PARA DISTINGUIRLAS
Cuando las barrigudas macho muestran su oscuro color en la época reproductora es sencillo diferenciarlos. Pero con su estampado habitual de tonos marrones y ocres puede ser complicado no confundirlas con algunas cabruzas. Os dejamos una comparación con distintas imágenes en esta galería que recogen algunos rasgos distintivos que pueden ser útiles a la hora de identificar.
GALERÍA
La cabruza o demo es uno de los peces de fondo más interesantes de ver y fotografiar. Se observa con frecuencia en cualquier inmersión y son muy curiosas, se acercarán a nosotros sin reparos, incluso, soltando algún que otro inofensivo mordisco.
Presenta un dibujo de manchas verticales de color marrón oscuro o granate que se alternan con otras más claras. Estas manchas parten de la aleta dorsal y se extienden hacia la ventral difuminándose.
Parablennius gattorugine
Parablennius ruber
Lipophrys pholis
Por si no teníamos suficiente con tratar de distinguir entre la cabruza y la barriguda, también podemos encontrarnos con la cabruza portuguesa o cabruza roja. Eso sí, mucho más escasa y esquiva que las dos anteriores.
En general su coloración es clara, de un tono ocre o verdoso, con manchas rojo intenso. Estas manchas rojas se marcan especialmente en la cabeza, donde alternan con otras de color verde intenso o azulado.
Algunos tipos de blenios son de menor tamaño y acostumbran a vivir a menos profundidad. La babosa crestada, por ejemplo, se encuentra habitualmente en las charcas de intermareal o en las rocas a la orilla de la playa.
Su cuerpo, de unos 10 cm, es de color ocre o beige con manchas de color verde oscuro y marrón. Suele presentar una mancha redondeada tras los ojos, de color verdosa o rojiza, y la parte posterior de la boca es de color claro.
Se caracteriza porque, en lugar de tener tentáculos sobre los ojos, luce una pequeña cresta triangular en la frente y unos pequeños filamentos que se extienden tras ésta.
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En la zona intermareal existen otras especies de blenios de coloración similar.
La galerita o Coryphoblennius galerita, también frecuenta las zonas superficiales de la costa.
Uno de sus rasgos más distintivos es que no tiene tentáculos supraoculares.
Su coloración críptica le permite pasar desapercibida a menudo sobre las rocas en las que acostumbra estar.
Pueden encontrarse en puntos de buceo de las Islas Cíes, como Muxieiro, Príncipe o Viños, pero siempre en las grietas y escondiéndose rápidamente. Cuando vemos alguna, lo mejor es esperar a que vuelva a salir de su grieta sin enfocarla con la linterna.
Los ejemplares juveniles ya exhiben todo el colorido que caracteriza a los adultos con manchones de un rojo intenso y múltiples pintas azul brillante, especialmente en la cabeza.
Al igual que las cabruzas comunes, en ocasiones, presentan un pequeño ocelo azul intenso al inicio de la aleta dorsal.
Son algo más confiados que los ejemplares adultos.
Mide entre 10 y 15 cm. y la aleta dorsal también es roja y verde, muy vistosa. Los machos lucen una mancha negra o azul intenso al principio de la aleta dorsal.
Tiene unos tentáculos supraoculares grandes, aunque menos que la cabruza común, de color rojizo con manchas verdes.
Es un pez solitario, aunque en época reproductora (primavera) es posible encontrar varios ejemplares juntos "encajados" en las grietas de las rocas, ya que los machos se adjudican recovecos en los que las hembras irán a dejar sus huevos.
Se pueden encontrar en cualquier punto de buceo de la ría, siendo especialmente abundantes en A Furna, Cala do rei o Cabo de mar.
Dispone de otro par de tentáculos, bastante más pequeños y difíciles de observar junto a las narinas. También es habitual que presente dibujos reticulados en las mejillas, alrededor de su boca grande y marcada.
Pueden tener pintas blancas a modo de ribetes en las aletas y, algunos ejemplares juveniles, tienen también una mancha azul intenso al principio de la aleta dorsal.
Aunque puede alcanzar los 30 cm., suelen encontrarse ejemplares de entre 15 y 20 cm.
Lo más característico son los grandes
tentáculos supraorbitales (más grandes en los machos), claramente visibles y que suelen presentar un color rojizo o amarillento, a menudo con la punta de los extremos blancas.
DIAPOSITIVAS DE BLENIOS
Parablennius gattorugine
Parablennius pilicornis
Parablennius pilicornis
Parablennius gattorugine
DIFERENCIAS ENTRE BLENIOS Y GOBIOS
DIBUJOS DEL "CURSO DE BIOLOGÍA GENERAL" de ZOEA CAMPUS
https://biologiamarina.info/curso-de-biologia-marina-general/
GOBIOS
Los gobios son parecidos a los blenios, aunque poseen dos aletas dorsales (en lugar de una) claramente diferenciadas. Además no presentan tentáculos en la cabeza y su boca está inclinada hacia abajo. La cabeza es ancha y achatada, con los ojos grandes y juntos, y presentan múltiples papilas (apenas visibles) repartidas por las mejillas.
Algunos de pequeño tamaño son nadadores, como el lorchiño, muy abundante en la ría formando grandes bancos. Pero la mayoría viven en las grietas de las rocas, cerca de los fondos arenosos.
Son la familia de peces más numerosa, con unas 2000 especies repartidas por el mundo, aquí recogemos sólo algunas de las más habituales de la ría.
El boca roja es muy habitual verlo escondido entre las rocas, probablemente acompañado de otros de su especie y cerca de nécoras y taberneros. En general se muestra tranquilo a no ser que nos acerquemos demasiado.
Es muy fácil de identificar por la coloración de su boca, como su nombre indica. Miden en torno a los 15 cm, aunque es habitual ver ejemplares de "gran tamaño" que alcanzan más de 20cm. Cuerpo robusto y alargado con manchas predominantemente oscuras, que alterna tonalidades granates, marrones y ocres.
Gobius cruentatus
Gobiusculus flavescens
Gobius xanthocephalus
Muy abundante en todos los puntos de buceo de la ría. Aparece en bancos más o menos grandes (pueden llegar a ser muy numerosos y formar auténticos enjambres).
Lo más característico de este pequeño pez, de unos 5 cm, es que, a menudo, no se encuentra en el fondo sino nadando.
Presenta una coloración anaranjada en la parte dorsal que se vuelve blanquecina en la ventral, con una franja más oscura longitudinal que va de la aleta pectoral a la cola y que en los machos puede acompañarse de pequeñas motas azules.
Quizás no tan numeroso como los anteriores y más esquivo, pero relativamente fácil de encontrar. Hasta hace poco no existía como especie independiente y se lo clasificaba como Gobius auratus, pero sus diferencias son notables y en la actualidad se reconoce su independencia.
Tiene unos 8 - 12 cm y el cuerpo claro con pequeñas manchas rojizas o naranjas que se extienden longitudinalmente. En la parte anterior de la cabeza adquiere el color amarillo brillante que le da nombre.
Se esconde entre rocas y suele ser solitario y esquivo. A la mínima, no dudará en refugiarse en una grieta si nos acercamos demasiado.
Podemos encontrarlo en puntos como A Furna, Islas Cíes o Cala do rei.
Otra característica distintiva que suele presentar de forma muy marcada es una pequeña mancha redondeada de color oscuro, a veces azul intenso, en la "axila" de la aleta pectoral.
En los machos en freza, los colores del cuerpo se oscurecen ligeramente y esta mancha de la axila se vuelve oscura con un ribete naranja intenso alrededor. También durante la noche varía su coloración, la cabeza mantiene el tono amarillo pero su cuerpo se oscurece mucho y presenta amplias bandas azuladas en el dorso.
Son peces muy inquietos que nadan constantemente a impulsos y que se acercarán a nosotros si nos mantenemos inmóviles.
Especialmente abundantes en puntos poco profundos.
Las hembras y machos se distinguen fácilmente, ya que mientras el macho tiene dos manchas negras (detrás de la aleta pectoral y en la base de la cola), la hembra solamente una (en la cola). A veces presentan 5 o 6 manchas ocres en el dorso, que pueden estar difuminadas.
En ocasiones también se posan sobre el fondo y, entonces, su dibujo cambia notablemente para adquirir colores más apagados que le permitan camuflarse en los fondos o la arena.
Suelen tener sus aletas dorsales extendidas (la primera algo más alta que la segunda), lo que permite ver un bonito jaspeado que alterna colores verde, blanco, rojo y negro.
En las mejillas, como todos los gobios, presenta múltiples papilas formando dibujos rectilíneos, se trata de pequeñas lengüetas sensoriales y secretoras de mucus. Quizás en los boca roja, debido a su tamaño sean más fáciles de ver que en otras especies.
Existen estudios que demuestran que los gobios emiten sonidos de amenaza en conductas defensivas. El boca roja es el que tiene un mayor repertorio, siendo capaz de emitir hasta cuatro frecuencias/secuencias diferentes de sonidos, las emplea como advertencia para proteger su territorio justo antes del enfrentamiento.
Está presente en cualquier punto de buceo que disponga de rocas, es fácil encontrar múltiples ejemplares y de gran tamaño en algunos puntos no costeros como Cabo de mar, Frapelo o Zenoiros.
Este gobio frecuenta aguas poco profundas, escondiéndose entre rocas, aunque también acostumbra acercarse a zonas de intermareal donde la abundancia de algas le permita camuflarse.
Se parece a muchos otros gobios, con la cabeza ancha y algo achaparrada y los labios y ojos prominentes, pero se diferencia por el borde superior de la primera aleta dorsal que va desde el amarillo al naranja brillante.
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Pomatoschistus pictus
Thorogobius ephippiatus
Gobius paganellus
Presentes en cualquier punto de la ría, no es extraño que pasen desapercibidos. A su pequeño tamaño (5 cm) hay que añadirle su perfecto camuflaje sobre la arena.
En realidad hay muchos tipos de pomatoschistus, aunque es muy difícil distinguirlos a simple vista.
El picto suele lucir una o dos hileras de manchas negras en sus dos aletas dorsales que ayudan a diferenciarlo, los machos, además, añaden también pequeñas manchas anaranjadas y azules.
Un gobio de gran belleza, pero difícil de encontrar, ya que es de hábitos más nocturnos que otros congéneres como el boca roja, el cabeza dorada o el lorchiño, presentes en casi cualquier inmersión.
Como su nombre indica presenta un patrón de manchas oscuras y redondeadas sobre una tonalidad de fondo más clara, que puede ir de un gris azulado a colores rosados. Estas manchas son más pequeñas y claras en la cabeza y se oscurecen y agrandan en el cuerpo.
Mide unos 10-15 cm. y durante el día presenta un moteado de tonos ocres y marrones (muy variable), mientras que durante la noche o en los machos reproductores su coloración es bastante más oscura.
Cuando aun son juveniles presentan un ribete azul intenso bordeando la primera aleta dorsal.
Un buen lugar para encontrarlos son los puntos poco profundos de las Islas Cíes.
También presenta un característico ramillete espinoso en la parte superior de la aleta pectoral que puede observarse a simple vista como si fuese un mechón de pequeños pelos.
Suele ser solitario, aunque puede aparecer también por parejas. Reacciona escapando rápidamente ante las luces potentes, por lo que conviene no alumbrarlo de forma directa si queremos contemplarlo.
De unos 10-15 cm, no es habitual encontrarlos, frecuentan zonas de arena próximas a las rocas. Habrá que buscar al fondo de grandes grietas horizontales o en recovecos de pecios. Los bajos rocosos en la zona de bateas o el pecio Ivy son buenos lugares para buscarlo.
Los ejemplares juveniles muestran un mayor contraste entre sus colores, ya que el color de fondo es más claro, y ya presentan las manchas oscuras bien definidas.
Los juveniles ya presentan los colores característicos de las aletas, pero su cuerpo tiene una coloración más clara y transparente.
No es raro encontrarlos formando grupos más o menos numerosos que se mueven a impulsos caóticos sobre la arena. En ocasiones, alguno es víctima de las anémonas enterradas (como la Anemonactis mazeli), que apenas tardan unos segundos en engullirlos. Tanto buceando como haciendo snorkel podremos encontrarlos en las zonas de arena.
La coloración del cuerpo es arenosa, con manchas claras y redondeadas como monturas de color ocre en la parte dorsal (más marcadas en los machos) y puntos negros dobles justo debajo, en los flancos, aunque puede variar mucho según su estado de ánimo y la superficie en la que se encuentre.
DIAPOSITIVAS DE GOBIOS
Gobius cruentatus
Gobius cruentatus
Gobius xanthocephalus
Gobius cruentatus
MOMAS
Las momas también tienen una apariencia similar a la de blenios y gobios, aunque en este caso presentan tres aletas dorsales terminadas en punta, una cabeza más pequeña y afilada y los apéndices que sobresalen en su cabeza son tan pequeños que apenas se ven. Miden entre 6 - 9 cm.
Recogemos aquí las variantes de la moma amarilla, tripterygion delaisi, la única que nos encontraremos en el Atlántico este. Suelen aparecer sobre rocas, muchas veces boca abajo, camuflándose, ya que con su dibujo moteado son difíciles de distinguir, y escapan rápidamente en cuanto nos acercamos un poco. "Nadan" desplazándose a pequeños saltos sobre la roca.
Tripterygion delaisi
HEMBRA
MACHO REPRODUCTOR
MACHO NO REPRODUCTOR
Las hembras presentan una coloración de manchas pardas y granates que dibujan franjas transversales anchas con pequeñas motas de color blanco desperdigadas por todo el cuerpo y un tono más claro en la cabeza y las aletas pectorales.
Mancha oscura en la base de la cola
Segunda aleta dorsal más corta
Ausencia de ribete azul en dorsales
No cambia sus colores durante la reproducción
Los machos no reproductores también presentan las franjas pardas y granates con pequeñas motas de color blanco por todo el cuerpo pero se diferencian de las hembras en que :
No tiene mancha oscura en la base de la cola
Segunda aleta dorsal larga, muy apuntada
Ribete azul intenso que bordea las aletas dorsales
Cambia sus colores notablemente durante la reproducción, de manera que es posible encontrarlo "a medio camino" y presentando tonalidades más amarillentas
Los reproductores se distinguen muy fácilmente. Su cuerpo se vuelve amarillo intenso casi por completo, con la cabeza negra, especialmente en la parte ventral.
Se mantiene la fina línea de azul brillante que bordea las aletas dorsales.
Esta transformación es muy llamativa y permite identificar con facilidad este pez durante la época de reproducción, primavera y principios del verano. En estos meses encontraremos a las momas por parejas, casi siempre en los laterales de las rocas. Si les damos tiempo y no molestamos, podremos observar los "bailes" de cortejo que realizan entre ellos.
Durante la primavera y verano, los machos reproductores cambian su coloración y se vuelven de color amarillo intenso con la cabeza negra. Las hembras y los machos fuera de época de freza tienen manchas pardas y granates con pequeñas motas de color blanco. Se parecen mucho, pero podemos distinguirlas porque las hembras tienen una mancha oscura al principio de la cola y los machos tienen la aleta dorsal muy apuntada y con un ribete azul intenso.
Podemos encontrarlas en casi todos los puntos de buceo, especialmente en los menos profundos como Islas Cíes, Cala do rei, A Furna o Cabo de mar, pero habrá que prestar atención para encontrarlas ya que se camuflan a la perfección entre las rocas, son huidizas y de pequeño tamaño (entre 7 y 9 cm).
Durante la primavera los machos cambian su librea (dibujo), lucen colores más llamativos para atraer a las hembras en el apareamiento. Es muy habitual encontrarlas por parejas en las rocas, especialmente en rocas verticales, realizando sus danzas nupciales, que, además de movimientos circulares y aleteos, incluye al macho hinchando sus mejillas como si fuese un globo. Todo un espectáculo.
Cuando las fotografiamos y las podemos observar a gran tamaño en la pantalla del ordenador, nos damos cuenta de la riqueza de color que recubre sus cabezas. Múltiples puntos de diferentes tamaños y colores se agrupan caóticamente formando bellos entramados que recuerdan a las imágenes de galaxias lejanas.
DIAPOSITIVAS DE MOMAS
CHAFARROCAS
Los chafarrocas o peces ventosa son escurridizos y pequeños. Se parecen a renacuajos, con la cabeza aplanada y la cola más estrecha y potente. Son difíciles de encontrar, ya que viven escondidos entre las grietas o bajo las rocas y no dudan en ocultarse en cuanto notan nuestra presencia. Para moverse tan hábilmente en estas superficies disponen del cuerpo aplanado dorsoventralmente en la zona de la cabeza y han convertido las aletas pélvicas en una potente ventosa que les permite fijarse con fuerza a las rocas.
Probablemente el chafarrocas más habitual de la ría y el más fácil de identificar por las manchas oblicuas de color rojo intenso que flanquean su cabeza, muy marcadas en los machos durante la época de freza.
Especie pequeña, de unos 4 cm. que se caracteriza por tener una aleta dorsal corta pero alta. Las hebras tienen la parte anterior de esta aleta coloreada y los machos totalmente oscura.
Lepadogaster candolii
Apletodon dentatus
Diplecogaster bimaculata
El chafarrocas de puntos azules también es relativamente frecuente.
El macho se caracteriza por una mancha oscura en los flancos, tras las aletas pectorales.
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Sobre este estampado muestra unos pequeños puntos azul claro, diseminados por toda la parte dorsal.
Los encontraremos en las zonas de rocas, bien entre las grietas o posados sobre la arena pero próximos a alguna roca en la que puedan esconderse si se sienten amenazados.
Podemos encontrarlos en las Islas Cíes u otros puntos como Os Zenoiros.
Las hembras presentan una zona rectangular de color más claro en esa misma localización.
Son de pequeño tamaño, entre 1 y 5 cm, ambos presentan un patrón de colores muy variable, que va desde los ocres hasta los morados o verdes, pudiendo presentar una amplia gama con múltiples manchas en un solo ejemplar.
A diferencia de otros chafarrocas poseen dientes (de ahí su nombre científico). En su pequeña boca hay sitio para incisivos y caninos, lo que le permite seguir una dieta carnívora a base de pequeños crustáceos.
Habitualmente deposita sus puestas de huevos en los bulbos de las laminarias argazo, ya que al estar huecos son un buen lugar donde ocultarlos para protegerlos.
Los puntos poco profundos de las Islas Cíes son un buen lugar para buscarlos.
La cabeza es grande, con los mofletes muy marcados. Suelen tener un color uniforme, entre verdoso y anaranjado o marrón, pero puede variar mucho en función del lugar en el que viven. A veces presentan amplias manchas blancas por la parte dorsal o una línea blanca entre los ojos.
Los ejemplares juveniles pueden tener pequeñas manchas blancas bajo los ojos.
Estos machos reproductores son los que veremos con más frecuencia, presentan
manchas de color rojo vivo en la aleta dorsal y decoran su cuerpo con jaspeados en tonos verdes, ocres o anaranjados, pudiendo presentar patrones muy diferentes.
Las hembras y los machos no reproductores presentan dibujos jaspeados marrones, verdes o, incluso, violáceos y una característica línea blanca entre los ojos, que desaparece en los machos reproductores.
También de diferencian de otras especies porque su aleta dorsal es larga.
Pueden llegar a medir entre 5 - 10 cm de largo. Sus ojos presentan un original borde que alterna el rojo y el verde.
Esta especie tiene la peculiar característica, rara entre los peces, de poder levantar la cabeza.
Son los más abundantes, debemos buscar entre estrechas grietas o en los techos de oquedades, ya que no es extraño que estén sujetos boca abajo con su ventosa. Esta potente ventosa está muy desarrollada y es de color blanco.
Pueden aparecer prácticamente en cualquier punto de buceo donde dispongan de grietas entre las rocas, como Frapelo, Punta Pereiras, Os Zenoiros o Cabo de mar.
DIAPOSITIVAS DE CHAFARROCAS
Diplecogaster bimaculata
Lepadogaster candolii
Lepadogaster candolii
Diplecogaster bimaculata
PRIMITAS
Llamados primitas, primitivas o dragoncillos, estos peces son muy habituales en los fondos de arena. Son fáciles de identificar, con el cuerpo aplanado y un largo hocico coronado por dos ojos saltones. Normalmente están tranquilos, posados, confiados de su camuflaje, pero si nos acercamos demasiado no dudarán en alejarse unos centímetros, lo justo para mantener su distancia de seguridad, y repetir la maniobra si nos volvemos a acercar.
Cabeza ancha y aplastada, con los ojos en la parte superior. Con las aletas muy desarrolladas, sobre todo la caudal, pectorales y pélvicas.
Casi siempre encontraremos hembras (se distinguen por tener las aletas dorsales más cortas) y juveniles, aunque en primavera y verano los machos también se dejan ver. Pueden aparecer en cualquier punto. Son abundantes en Cabo de mar, Os Zenoiros, Cala do rei o A furna.
HEMBRA
MACHO
PRIMITA
Callionymus lyra
Las hembras presentan una coloración más apagada que les permite pasar desapercibidas en la arena. Generalmente con colores marrones, granates, ocres y azulados que forman bonitos mosaicos.
Tienen los ojos grandes, saltones y muy próximos entre sí. El hocico alargado, aunque menos que los machos.
Disponen de dos aletas dorsales, la primera más pequeña y corta, que casi siempre tienen replegadas.
Destacan sus grandes aletas pectorales, con dibujos jaspeados de diferentes tonos. Tamaño medio, alcanzan hasta los 20 cm.
En ocasiones se entierran parcialmente, siendo más difíciles de encontrar, pero es frecuente verlas en las extensiones de arena próximas a las rocas.
Más esquivos y difíciles de encontrar, los machos de las primitas son peces de vistosos colores marrones, azules y anaranjados.
Se caracterizan por tener la primera aleta dorsal muy larga y apuntada. Los ojos son aun más prominentes y están algo más separados entre sí que en las hembras.
El hocico, muy alargado (2 veces o más que el diámetro del ojo), suele estar coloreado en naranja con pintas azules brillantes. Tamaño algo mayor que las hembras, pudiendo alcanzar los 30 cm.
Durante el cortejo, previo a la fertilización de los huevos, despliegan y mueven sus aletas en un elaborado baile para mostrar todo su brillante colorido
DIAPOSITIVAS DE PRIMITAS
MACHO
MACHO
HEMBRA
MACHO
PECES PLANOS
Otro grupo que ha adaptado la forma de su cuerpo para vivir sobre el fondo son los peces planos o pleuronectiformes, de hecho, son los únicos vertebrados sin simetría bilateral cuando son adultos, es decir, que no tienen su cuerpo dividido en dos partes iguales y simétricas.
Al nacer sí tienen la simetría de los demás peces con un ojo a cada lado, pero a medida que crecen la van perdiendo. Su cuerpo se va comprimiendo sobre uno de sus lados (según la familia puede ser el derecho o el izquierdo) y uno de sus ojos "migra". La parte que queda expuesta hacia arriba adquiere colores que le permiten camuflarse y acoge los dos ojos, mientras que la parte del cuerpo sobre la que se posan es más clara.
Las aletas dorsal y anal se extienden de manera continua a lo largo de casi todo el cuerpo y sus ondulaciones son las que le permiten desplazarse. También se impulsan con su cola, que puede llegar a ser muy potente.
Zeugopterus punctatus
Zeugopterus regius
Platichthys flesus
La platija suele ser "diestra" y acostumbra a camuflarse en los fondos de arena, así que su coloración es uniforme y tiene un tono ocre arenoso más o menos oscuro.
Su cuerpo tiene un aspecto menos redondeado, más parecido a un rombo.
Suele tener unas prolongaciones espinosas sobre la aleta pectoral y tras los ojos, que son muy prominentes. Y mide en torno a los 30 cm, aunque puede llegar a los 50 cm.
También es un pez "zurdo" y bastante similar a la tapaconas, aunque tiene rasgos que permiten diferenciarla con facilidad.
Es algo más pequeña, en torno a los 10 - 20cm, con la cabeza más afilada, tiene las aletas pélvicas separadas de la anal y adopta unos tonos rosáceos característicos que le permiten camuflarse a la perfección sobre las rocas recubiertas por algas rojas, llegando a ser muy difícil distinguirlas.
Son muy habituales en la ría, aunque pueden pasar fácilmente desapercibidos, ya que se camufla muy bien con las rocas sobre las que se posan al mostrar unos colores y dibujos similares en su cara dorsal, el lado de los ojos, y porque suelen introducirse en las grietas estrechas.
Su coloración es de tonos pardos con manchas circulares más oscuras dispersas y otras dos manchas distintivas, oscuras y alargadas, que salen en diagonal de los ojos.
Mide entre 20 - 30 cm.
Frecuenta zonas arenosas y le gusta alimentarse de mejillones, cangrejos y pequeños peces. Es un pez muy potente, que nada rápido impulsándose con "golpes" de su cola.
No es habitual verla y, además, escapa rápidamente, la hemos encontrado en Punta Subrido y en Os Zenoiros.
La aleta dorsal la recorre de la cabeza a la cola. Las aletas pélvica y anal están separadas, y esta última, a diferencia de otros peces planos es más corta y no llega tan cerca de la cabeza. Aleta caudal muy alargada.
Por el dorso de su cuerpo se distribuyen pequeños penachos peludos de color oscuro. Éstos se mueven durante la natación, ayudándoles a modo de mini aletas pectorales.
Las podemos ver en Punta Pereiras (Isla Cíes) o Frapelo, por lo general, camufladas sobre superficies rosadas o marrones. Aparecen preferentemente, en zonas rocosas, aunque pueden estar también en la arena.
Además presentan una mancha circular negra con el centro dorado en la parte posterior del cuerpo y muchas prolongaciones cutáneas, sobre todo en la cabeza, que le dan un aspecto peludo. Destaca un filamento más alargado que el resto que sale de la parte superior de la boca.
Como en la mayoría de los peces planos su boca es protráctil, es decir, puede "desencajarla y lanzarla" rápidamente para sorprender a sus presas y capturarlas.
A no ser que nos acerquemos demasiado permanecerá inmóvil, ya que confía mucho en su camuflaje.
La encontramos en cualquier punto de buceo donde tengan rocas sobre las que camuflarse, las Islas Cíes, Frapelo, Cenoiros o Cabo de mar son lugares en los que abundan.
Es un pez "zurdo" (sus ojos se sitúan en el lado izquierdo) y no es raro encontrarlo boca abajo en las rocas.
Nada ondulando sus aletas dorsal y anal, y se ayuda también de la pequeña aleta pectoral. A diferencia de otros peces planos frecuenta más las rocas que la arena y tiene las aletas pélvicas unidas a la aleta anal.
Existen numerosos tipos de lenguados, otro habitual en la ría es el lenguado de arena.
Se diferencia por tener colores más pálidos y uniformes, y por tener una mancha negra pequeña bien delimitada por un borde claro en la aleta pectoral (por lo general uno de los criterios de distinción más eficaces para diferenciar los tipos de lenguados es la disposición de manchas oscuras en su aleta pectoral).
También será más fácil encontrarlo por la noche.
Podemos ver lenguados en cualquier zona arenosa, siendo especialmente habituales en las Islas Cíes, Cala do rei y Areamilla.
Solea solea
Pegusa lascaris
Si nos fijamos en las extensiones de arena no es extraño encontrarnos con el lenguado, perfectamente camuflado, imitando el color del fondo. Puede presentar jaspeados o manchas oscuras de fondo y muestra un moteado de puntos blancos y naranjas, en ocasiones también azules.
También es "diestro", con el cuerpo alargado y las aletas dorsal y anal claramente unidas a la cola. De unos 30 - 40 cm.
Se distingue por una mancha negra en la aleta pectoral que se sitúa hacia el borde exterior y en la que se aprecian los radios claros y una "barba" blanca en la parte delantera de la cabeza que actúan como órganos sensoriales para localizar presas.
Es más activo durante la noche, por lo que es más fácil encontrárselo en inmersiones nocturnas.
PECES ESPECIALES
El peixe porco es el único ballesta que encontramos en estas latitudes, parece que llegó para quedarse a mediados del siglo xx, probablemente por la subida de las temperaturas que origina el cambio climático, y en la actualidad es frecuente encontrarlo durante el verano. Aparece generalmente solo o en pareja, aunque no es raro verlos en pequeños grupos.
Mide hasta 75 cm, con forma ovalada y el cuerpo muy comprimido lateralmente. Su piel es muy dura y su boca, aunque pequeña, tiene unos potentes dientes. Ha de tenerse cuidado cuando custodian sus nidos, ya que sus mordiscos se sienten a través del traje de neopreno. Pero es un pez tranquilo y curioso, al que es fácil acercarse.
Conger conger
Zeus faber
Balistes capriscus
Este pez con forma de serpiente es uno de los más buscados por los buceadores. Escondido entre las grietas de formaciones rocosas o en pecios se asoma tímidamente durante el día, casi siempre rodeado de quisquillas. De hábitos nocturnos, de ahí que durante el día acostumbre a estar en oquedades. Al asomarse con sus grandes ojos inexpresivos tiene un aspecto algo fantasmagórico.
Tienen la piel gris oscura y sin escamas (los jóvenes tienen un tono más claro), y blanquecina en la zona ventral.
Presentan dos pares de narinas, las del hocico tienen unos pequeños tubos de piel y las posteriores están cerca del ojo. La boca es grande y la mandíbula superior está ligeramente más adelantada que la inferior.
Otro pez muy buscado pero más difícil de encontrar es el Sanmartiño o San Pedro, ya que por su forma y colores resulta muy espectacular.
Su dibujo es un jaspeado de manchas oscuras verdosas y amarillentas sobre un fondo claro, con un característico círculo oscuro con el borde dorado a cada lado del cuerpo.
Puede medir 50 cm y posee una gran boca protráctil (que proyecta rápidamente hacia fuera) para capturar a las presas. Son características sus aletas dorsal y anal, con una parte espinosa y otra blanda, que emplean para nadar. La parte espinosa de la aleta dorsal (más larga en los ejemplares jóvenes) puede llegar a medir tanto como la longitud de su cuerpo.
FOTO DE JAVI "CALVO"
La segunda aleta dorsal y la aleta anal son extensas y las mueve ondulándolas para nadar. También se ayuda de las aletas pectorales.
Su piel tiene un color gris azulado uniforme, a veces con franjas transversales más claras. Luce veteados de tonos azul intenso en las aletas. La zona ventral y los extremos de las espinas y cola pueden ser blanquecinos.
Aunque puede aparecer en diferentes lugares de la ría, es especialmente frecuente encontrarlo en las Islas Cíes, y, más concretamente, en el islote Viños.
Poseen tres espinas unidas por una membrana en la primera aleta dorsal, que usa para "atascarse" en las grietas y no poder ser capturado, ya que recurre a esconderse en pequeños espacios entre rocas ante los peligros. Normalmente estas espinas están recogidas.
Como pista, nos puede ayudar el saber que cuando están cuidando la puesta su cabeza se vuelve blanquecina.
Sus ojos son pequeños (en relación a su tamaño) y están situados muy arriba. Los puede mover de forma independiente y están muy separados entre sí, se cree que es una modificación que le permite comer erizos (una de sus comidas favoritas) sin hacerse daño.
No es un pez fácil de encontrar buceando, en parte porque acostumbra a habitar a gran profundidad, pero también porque prefiere zonas fangosas o aguas más abiertas en las que poder localizar los bancos de pequeños peces de los que se alimenta.
Lo hemos visto en contadas ocasiones en Os Zenoiros, en Cabo do mar y en A furna, podría ser más fácil encontrarlo en puntos de inmersión no costeros.
Tiene el cuerpo ovalado y muy comprimido lateralmente, tanto que cuando se le ve de frente llama la atención lo estrecho que es , se convierte en una línea. Justo en este estrecho frente presenta una franja oscura que recorre longitudinalmente su cabeza.
Es solitario y, aunque suele vivir a mayores profundidades, en ocasiones se le puede encontrar cerca de fondos rocosos menos profundos. Nada tranquilo y lento, y se muestra curioso ante la presencia de buzos, incluso se acerca si no realizamos movimientos bruscos, hasta que pierde el interés y se va.
Las hembras alcanzan mayor tamaño que los machos, pudiendo llegar a los 3m, aunque lo habitual es encontrarlas de menor tamaño. Por su parte los machos miden algo más de 1m. Lo que los convierte en los peces más grandes que se pueden ver en la ría.
Sólo se reproducen una vez en su vida y luego mueren, pero las hembras ponen millones de huevos. Cuando esto sucede migran muchos kilómetros hacia alta mar, para llegar a las zonas profundas de reproducción. La gran cantidad de energía que dedican en la reproducción merma la que dedican a otros aspectos, de manera que se inicia su fase de "deterioro", tras la reproducción mueren.
Es habitual que presenten grandes cicatrices, huellas, probablemente, de peleas con sus presas favoritas, los cefalópodos y crustáceos. Parecen ser muy resistentes a este tipo de heridas y, en ocasiones, incluso podemos encontrarlos con uno o varios anzuelos enganchados.
Buen anfitrión, no es raro que comparta cueva con bogavantes o centollas. También es habitual que otras formas de vida de menor tamaño busquen relacionarse con él, como las quisquillas o los cangrejos araña.
Aunque es pacífico conviene no molestarlo , se mostrará muy curioso ante la luz de la linterna, y no dudará en asomarse para ver que sucede.
Se puede encontrar en muchos de los puntos de la ría, desde los pecios hasta las formaciones rocosas de poca profundidad de las Islas Cíes, pero como lugares especialmente propicios para encontrar grandes ejemplares destacan Frapelo y Os Zenoiros.
Tiene las aletas dorsal y anal continuas, de manera que recorren todo su cuerpo y se unen en la cola. También presentan unas pequeñas aletas pectorales y carecen de aletas pélvicas.
A lo largo del cuerpo se extiende la línea lateral que tiene una fila de poros blancos, por los que segrega el mucus que le da su aspecto resbaladizo.
Los singnátidos son peces muy particulares, que viven en los fondos camuflándose. Una de las cosas más llamativas de estas especies es que son los machos los que se "embarazan". Poseen una bolsa incubadora en la que se desarrollan los huevos. Además, sus mandíbulas están fusionadas, de manera que para comer necesitan succionar a sus presas.
Syngnathus acus
Hippocampus guttulatus
Taurulus bubalis
El caballito de puntos blancos o caballito espinoso se diferencia de sus parientes, los pipa, porque nada erguido y porque puede enroscar la parte posterior de su cuerpo, ya que su cola es prensil y les permite engancharse a las algas entre las que se camufla.
Es fácil confundirlo con los cabrachos, pero el escorpión marino pertenece a una familia diferente. Se distingue por su menor tamaño (10-15 cm) y por tener una larga y afilada espina a cada lado de la cabeza. Su rasgo más distintivo son dos pares de pequeños barbillones, uno sobre los ojos y otro en las comisuras de la boca.
Nos gustaría hacer una mención especial al documental SYNGNDOC, que busca sensibilizar sobre la importancia de la biodiversidad marina a través de la presentación de un grupo de peces desconocidos para el gran público, los singnátidos, que incluyen a los caballitos de mar y a los peces pipa. Ahonda en las fascinantes características de este grupo y su peculiar forma de vida para mostrarnos la belleza que tantas veces nos pasa desapercibida y que corremos el peligro de perder si no la cuidamos.
Dejamos el enlace a este fantástico documental :
También presenta jirones por el resto del cuerpo, que está recubierto por grandes escamas. Su coloración jaspeada a manchas oscuras que varían de tonos marrones y rojizos a rosas y ocres, estos colores tan variables les permiten camuflarse a la perfección. Las aletas pectorales están muy desarrolladas y las usan para desplazarse, así como la cola.
Suelen vivir en bajos rocosos a poco profundidad, generalmente camuflados entre grietas o sobre rocas cubiertas con algas que disimulen sus colores. Algunos buenos lugares para buscarlos son las Islas Cíes y Punta Subrido.
Su cabeza es ancha en proporción al cuerpo, característica que ya puede apreciarse cuando son crías de apenas un par de centímetros. Tienen dos aletas dorsales y unas grandes aletas pectorales.
Color muy variable, desde rosas y amarillos a oscuros granates y marrones, pero siempre les ayuda a camuflarse perfectamente en los fondos rocosos poco profundos que frecuentan.
Podemos verlos en lugares como A Furna, Punta Pereiras o Tofiño.
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Los cabrachos son similares al pez escorpión, pero tienen una única aleta dorsal, mayor tamaño y múltiples jirones de piel, especialmente en la cabeza. Comparten, eso sí, su excelente camuflaje, ya que son depredadores de emboscada y también el tener espinas venenosas. De manera que es importante prestar atención, es fácil no verlos y si nos apoyamos sobre ellos recibiremos su picadura. Son parientes de especies tropicales muy conocidas como el pez león.
En la ría también podemos encontrar diferentes tipos de cabrachos, como el cabracho común o Scorpaena scrofa, de gran envergadura (30-40 cm) y con apéndices de piel sobre los ojos y bajo la mandíbula inferior, así como una mancha negra en la mitad de la aleta dorsal.
El Scorpaena notata o escórpora es el cabracho más pequeño que encontraremos en la ría, entre 15 y 17 cm.
Tiene la cabeza ancha y maciza, con espinas, y varios jirones de piel sobre los ojos, mucho más pequeños que en sus parientes, pudiendo incluso estar ausentes (es el mejor criterio para distinguirlo).
Tiene el hocico más largo que otras especies de caballitos, con el que succiona el plancton del que se alimenta.
Lo encontramos en puntos con praderas de zostera o rocosos y poco profundos con abundancia de algas pardas, especialmente en la costa norte, como A Furna o Cala do rei, aunque está documentada su presencia también en las Islas Cíes.
galería
Suele tener color marrón claro, pero puede mostrar tonos beiges, amarillos o negruzcos, siempre con pequeñas motas blancas salpicadas por todo su cuerpo y muchos filamentos alargados, especialmente en la cabeza, que le dan un aspecto espinoso.
Cuando se desplaza, lo hace con las aletas pectorales y la dorsal, en posición erguida y de manera bastante torpe. Es de pequeño tamaño, de unos 12 cm, lo que, junto a su perfecto camuflaje entre las algas, obliga a prestar mucha atención para poder encontrarlo.
Se impulsa con las aletas pectorales y la dorsal y moviendo su cuerpo a modo de látigo. No tiene aletas pélvicas y la anal es tan pequeña que resulta muy difícil verla.
El pez mula es más frecuente encontrarlo que los caballitos y aparece en diversos lugares de la ría, especialmente hasta los 15 m de profundidad, por lo que puede encontrarse en las Islas Cies, Cabo de mar, A furna, Cala do rei o Punta Subrido.
Por ese motivo, y al igual que el caballito, el pez pipa presenta el típico hocico muy largo en tubo. También se caracteriza por tener una protuberancia en la nuca y un cuerpo serpentiforme formado por anillos.
Vive posado en los fondos, entre laminarias y otras algas para camuflarse. Puede alcanzar los 40 cm de longitud.
Alterna franjas oscuras más anchas, en tonos marrones o rojizos, con franjas más claras.
DIFERENCIAS ENTRE
PECES ÓSEOS - PECES CARTILAGINOSOS
En realidad peces óseos y cartilaginosos son mucho más diferentes de lo que podríamos pensar, comparten importantes rasgos de adaptación al medio acuático como extremidades en forma de aletas y respiración branquial, pero hay tanta diferencia evolutiva entre un sargo y un tiburón pintarroja como entre un ser humano y una paloma.
PECES ÓSEOS PECES CARTILAGINOSOS
Esqueleto óseo formado por espinas Esqueleto cartilaginoso, más ligero
Mientras los peces óseos han desarrollado un esqueleto de piezas calcificadas en hueso, los cartilaginosos, como indica su nombre, poseen un esqueleto formado por cartílago. Éste, al ser más ligero y flexible, favorece su flotabilidad y natación.
Opérculo que protege las branquias Hendiduras branquiales al descubierto
Las branquias son uno de los mayores logros de los peces. Debido a la dificultad para obtener oxígeno en el agua (en ella hay 20 veces menos oxígeno que en el aire) los peces han desarrollado el sistema respiratorio más eficaz del reino animal. Tanto peces óseos como cartilaginosos crean corrientes de agua opuestas a la corriente del flujo sanguíneo, lo que les permite captar más oxígeno gracias a esta "contracorriente". Pero sus aparatos respiratorios son muy diferentes, mientras los peces óseos cubren los delgados filamentos y láminas que forman sus branquias con una "tapa" protectora móvil, el opérculo, los peces cartilaginosos poseen hendiduras branquiales, directamente abiertas al exterior para favorecer la salida del agua que entra por su boca. Además, tiburones y rayas (cartilaginosos) disponen de espiráculos, unos agujeros complementarios, situados junto a los ojos
Aletas blandas y flexibles Aletas rígidas
Las aletas en los peces óseos son flexibles, pueden sustentarse con radios más duros, como espinas, o blandos, pero siempre permitiendo el movimiento y repliegue de éstas. Por su parte los peces cartilaginosos poseen aletas, por lo general de gran tamaño, rígidas y laminares, sustentadas por piezas de cartílago. La fijación de aletas más duras les da estabilidad y favorece mucho la natación, ya que están dispuestas de manera que favorezcan al máximo el hidrodinamismo.
Aleta caudal (cola) simétrica Aleta caudal asimétrica
Las aletas de la cola también son diferentes, en los peces óseos pueden adoptar diferentes formas pero sus lóbulos siempre son simétricos. Los peces cartilaginosos las tienen asimétricas, siendo el lóbulo superior de mayor tamaño que el inferior, aunque a veces sea casi imperceptible. Este hecho está relacionado con los hábitos cazadores, ya que la aletas asimétricas favorecen los rápidos impulsos que emplean tiburones y rayas en la captura de sus presas. Además, los ejemplares que encontraremos en la ría son bentónicos, es decir, viven en el fondo, de manera que el lóbulo inferior de la cola les estorbaría y tanto pintarrojas como rayas mosaico carecen de él.
Vejiga natatoria Otros recursos
Dado que los peces pesan más que el agua, necesitan algo que les ayude a reducir el esfuerzo que supone nadar. En la mayoría de los peces óseos esto se soluciona con un "gran invento", la vejiga natatoria (los que viven en el fondo no suelen necesitarla y por tanto la pierden). Un órgano regulable que contiene gas en su interior, de manera que actúa como un saco de flotación que se ajusta a los cambios de presión y permite a los peces mantenerse suspendidos en el agua. Los peces cartilaginosos, en cambio, no tienen vejiga natatoria, en su lugar desarrollan otras estrategias que faciliten su natación. Como ya vimos, que su esqueleto esté formado por cartílago, más ligero que el esqueleto óseo, es una de ellas, y la presencia de aletas semirrígidas que favorecen el hidrodinamismo, otra. Además los tiburones poseen un elevado contenido de aceite en su hígado que, debido a la diferencia de densidad con el agua, actúa como flotador. La estrategia más habitual para evitar irse al fondo es la natación constante.
Línea lateral Ampollas de lorenzini
Debido a que el agua y el aire son medios muy diferentes, el sentido del tacto en el mar también lo es. La mayoría de los peces óseos disponen de una línea lateral que recorre su cuerpo longitudinalmente por los dos costados y que les permite percibir vibraciones y movimiento a su alrededor. Los peces cartilaginosos, además de la línea lateral, tienen las Ampollas de Lorenzini, un órgano electro-sensorial que es muy sensible en las distancias cortas para localizar con precisión a las presas (de ahí que, aunque estén presentes en todo el cuerpo, abunden especialmente en la zona de la cabeza). Parece que este sentido influye también en la orientación durante las migraciones de algunas especies, porque les permite detectar cambios eléctricos del campo magnético terrestre.
Escamas recubriendo el cuerpo Dentículos dérmicos ásperos
Aunque no todos, gran parte de los peces óseos recubren su cuerpo de escamas, que les permiten impermeabilizar su cuerpo a la entrada de agua. Por su parte, los cartilaginosos poseen pequeños dientes que cubren su cuerpo, los dentículos dérmicos. La presencia y disposición de estas puntiagudas placas hacia atrás hace que si pasásemos la mano sobre un tiburón de la cabeza a la cola su piel sería suave, pero si lo hacemos en sentido contrario sería áspera como una lija. La presencia de estos dentículos se debe a que favorecen el hidrodinamismo, de hecho, cuanto más pequeñas son estas placas, mayor eficiencia hidrodinámica. En algunas especies, sobre todo de rayas, también poseen una función defensiva, ya que se modifican formando espinas.
Reproducción masiva Baja fecundidad
En el mundo marino existen múltiples maneras de reproducirse, a rasgos generales las estrategias reproductivas entre peces óseos y cartilaginosos son muy diferentes. Los peces óseos son ovíparos y se reproducen poniendo gran cantidad de huevos fecundados, ya que muchos de ellos pasarán a formar parte de la alimentación de otras especies. Por su parte, tiburones y rayas son K estrategas, es decir, tienen muy pocas crías, que maduran lentamente hasta alcanzar grandes tamaños, pero son altamente viables e independientes. Esto hace que las especies de peces cartilaginosos sean mucho más sensibles a la sobrepesca, ya que les cuesta mucho más recuperar su población al seguir procesos más lentos.
Órganos reproductores internos Órganos reproductores externos
Relacionado con lo anterior, encontramos otra importante diferencia anatómica. Los peces óseos suelen realizar fecundaciones externas, ponen sus numerosos huevos y éstos son fecundados fuera de la hembra. Para ello disponen de las gónadas en el interior de su cavidad abdominal, así, al encontrarse en el interior de su cuerpo, no reducen el hidrodinamismo. Los peces cartilaginoso, en cambio, realizan fecundaciones internas, los machos requieren de órganos sexuales que poder introducir en la hembra y éstos (llamados pterigopodios o clásper) se sitúan en el exterior. Los dos pterigopodios que tiene cada macho se localizan entre la aletas pélvicas y la cola, haciendo sencilla la distinción de hembras y machos a simple vista.
No reemplazn los dientes Reemplazan constantemente los dientes
Los dientes de los peces óseos están "pegados" a las mandíbulas, cuando pierden alguno, lo cual no es fácil, se quedan sin él. Por el contrario tiburones y rayas reemplazan constantemente su dentadura, que se incrusta en las encías.
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