JARDINES DE GORGONIAS
La vida en rosa
Las gorgonias pertenecen al grupo de los cnidarios, un nombre que, a pesar de resultar muy desconocido, engloba algunos de los animales marinos más emblemáticos, como las medusas o los corales. Gorgonias, anémonas, hidrozoos o plumas de mar completan este plantel de fascinantes personajes que habitan los fondos de todo el planeta.
De todas las gorgonias que podemos encontrar en las aguas gallegas, la morada es la más abundante y representativa. Esta presente desde apenas los 2m de profundidad y, en ocasiones, expande sus poblaciones dando lugar a los llamados jardines de gorgonias. Una suerte de lugares de gran vida y colorido.
Jardines de gorgonias
Vistas de cerca, en las gorgonias podemos apreciar los pólipos blancos que componen este animal colonial. Pólipos que se expanden hacia el exterior para captar el alimento o que se retraen en el interior ante situaciones más desfavorables.
A cierta distancia, la coloración de las gorgonias muestra una tonalidad más azulada o morada. Solamente al acercarnos e iluminar con la linterna su ramas apreciaremos la intensidad de sus colores.
Entre las muchas funciones que aportan las gorgonias, su estructura tridimensional es un lugar ideal para que muchos animales dejen sus puestas. Tiburones y rayas so algunos de los que acostumbran a decorar con su futura descendencia estas ramas. En la foto: huevo de tiburón pintarroja (Scyliorhinus canicula).
A pesar de que esta gorgonia, la Leptogorgia sarmentosa, casi siempre presenta una coloración de un rosa intenso, pueden aparecer ejemplares con tonalidades diferentes como el blanco, naranja, amarillo o una mezcla de varios.
La simnia (Simnia spelta) es uno de los mejores ejemplos de cómo la alimentación de un animal determina su coloración, contribuyendo, al mismo tiempo, a su camuflaje con el entorno.
Tiburones y rayas no son los únicos animales marinos que echan mano de las gorgonias para colocar sus huevos. Multitud de pequeñas formas de vida encuentran alimento y cobijo entre sus ramas, que utilizan también para colocar sus puestas. En la foto, un pequeño nudibranquio tritonia gris (Duvaucelia odhneri) junto a su puesta de color blanco.
Tendremos que hacer aún un mayor esfuerzo de agudeza visual para encontrar las pequeñísimas gambas que se esconden en estos abanicos de mar. Concretamente en la parte central de esta foto se encuentra una gamba camaleón (Hippolyte varians) haciendo honor a su nombre.
También las sepias (Sepia officinalis) encuentran en estas estructuras un lugar ideal para fijar sus puestas.
Aunque habitualmente no formen extensos jardines como la gorgonia morada, en las aguas gallegas podemos disfrutar de más especies de gorgonias de diferentes colores, especialmente al descender a más de 20 metros de profundidad, donde las gorgonias blancas, amarillas y marrones acompañan a los ejemplares morados.
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